Testimonios
Lo que Dios ha hecho en nuestras vidas
Martha Bermúdez
Fui Aceptada por Dios
Fui rechazada desde el vientre de mi madre, ya que cuando ella estaba embarazada mi padre esperaba que yo fuera hombre. Así que a lo largo de mi vida fuí creciendo con una asechanza de muerte muy fuerte, marcada por el rechazo, la soledad y la violencia por parte de mi papá y de mi esposo.
Esto me llevó a tomar las riendas de mi propio destino y abrirme paso en mis propias fuerzas, creía que no necesitaba ayuda de nadie, lo que me llevó a vivir en rencor mucho tiempo. Sin embargo, un día alguien me presentó a un Dios que no conocía, en ese momento no quería saber nada de Él, pues sentía que me había dejado sufrir mucho. Pero, en ese entonces, para que no me siguieran insistiendo decidí recibirlo en mi corazón. Recuerdo que ese día le di mi vida, le pedí perdón por los errores que había cometido y por no tomarlo en cuenta en cada una de mis decisiones. A partir de entonces, he experimentado su amor, su cuidado, su protección y su provisión. Ahora soy aceptada por Él y he entendido que en sus fuerzas todo es posible. Mi vida le pertenece y le sirvo con todo mi corazón.
Raphael Noel
Encontré el Verdadero Amor
Recuerdo que Dios habló a mi vida el día 12 de Septiembre del 2007 a las cuatro de la tarde. En ese tiempo yo ya lo conocía, tenía un trabajo seguro en el que ganaba bien, por lo que me interesaba demostrar que tenía influencia y poder. Sin embargo, sabía que necesitaba ayuda y dirección, ya que mi matrimonio estaba pasando por una fuerte separación, lo cual, hacía que me refugiara en mi trabajo. Cuando Dios habló a mi vida, mediante un sueño, me dió la instrucción de buscar la Iglesia Muros de Salvación y Puertas de Alabanza, así fue como llegue ahí. Desde ese instante, Él comenzó a restaurarme, secó mis lágrimas con su amor y me ayudó a afrontar la situación que vivía en mi matrimonio, incluso, me enseñó a perdonar y recuperar la relación con mis hijos. Dios se encargó de cambiar mi mentalidad, comprendí que Él me había llamado a un propósito específico, fue así que comencé a servir en el reclusorio Norte (actualmente llevo diez años en el ministerio), a tal grado que cuando se inició, tome la decisión de renunciar a mi trabajo. Hoy no me falta nada, tengo su amor y provisión, actualmente también me dedico a escribir libros y a cimentar su palabra en Haití, Francia, Canadá, Estados Unidos y México.